El momento de mostrar la vivienda
Resulta muy importante, fundamental cuando estamos
realizando la venta como particulares, el hecho de mantener mucha
flexibilidad en la disponibilidad de mostrar la vivienda. Esto puede
parecer poco importante, pero no lo es, debemos tener en cuenta que los
posibles demandantes son cada vez menos porque cada vez se vende menos casas,
por lo que cuando realmente necesitamos vender la nuestra somos nosotros
los que debemos tratar de adaptarnos al horario o día de visita correcto para
el posible comprador y no al revés, no es un detalle nimio y los compradores
también lo tienen en cuenta.
El estado de la vivienda
Poco podemos incidir directamente en el estado del
entorno inmediato en que se sitúa nuestra vivienda, y también relativamente
poco en el estado del conjunto del inmueble en el que se ubica, sin
embargo obviamente podemos hacerlo sobre nuestra propia vivienda. No se trata
ya sólo de realizar un ejercicio de honestidad sobre los posibles desperfectos
o incluso problemas menos visibles que la vivienda posea, sino también en la
propia presencia y presentación de lo que el futuro comprador va a ver.
Los problemas estructurales
En unión al punto anterior, debemos tener muy presente
que quien compra una vivienda hoy realiza muchas más indagaciones que
quien la compró hace ocho o diez años. Esto significa que aquellos problemas o
cuestiones no visibles que atañan a la vivienda y a los que no prestamos
atención en la presentación de la misma como parte vendedora, pueden ya haber
sido investigados y conocidos de antemano por el posible comprador; por tanto,
una presentación no clara de estos problemas puede ahuyentar al comprador
a suponer que junto a estos ocultamos otros datos. Mantener una postura clara y
concreta sobre la realidad de la vivienda que deseamos vender puede llevarnos a
una negociación, es cierto, pero probablemente nos acerca más a la posibilidad
de la venta que mantener una postura contraria.
Fuente: www.euribor.com.es
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