Los diez errores que no debes
volver a cometer ahora que la economía está creciendo de nuevo
La economía
española está volviendo a crecer, y cada vez con más fuerza. y con ello viene
el optimismo ¿Es que te vas a equivocar otra vez?
Tarjetas a
tutiplén. Quizá no lo
hayas notado pero desde hace unos meses, los bancos te están ofreciendo
tarjetas de crédito con incontables ventajas. Recházalas. No hagas como en el pasado,
que abrías la cartera para enseñar la cantidad de tarjetas que tenías. Lo que
tienes que hacer es pedir que te igualen las ventajas con la que tienes. O
sustituye una por otra, pidiendo por escrito las nuevas condiciones. Y
recuerda: es mejor pagar en efectivo, salvo que sea una gran suma. Es la forma
que los alemanes tienen de ahorrar.
Volver al
carrito lleno. Ahora que
habías descubierto las ventajas de comprar poco a poco en los supermercados, se
te ocurre volver a la gran compra: quieres llenar el carrito hasta arriba para
demostrar tu poder económico a los demás. No pierdas las costumbres sanas que
has adquirido: compra lo que necesites y reprime tus deseos de ir lanzando
productos al carrito.
Dejar grifos
y luz a todo meter. ¿Te has
fijado si empiezas a dejar una luz encendida de una lamparita? ¿Dejas correr el
agua al lavarte los dientes? ¿Te empiezas a dar duchas de campeonato?
inconscientemente, tu cerebro puede empezar a derrochar antes de que te des
cuenta. Sé muy estricto con estas costumbres, y vigila a tus hijos para que las
cumplan. Al cabo del año, sabes que por ahí se ahorra mucho.
No mirar las
cuentas en los restaurantes. Empieza por una que no miras, luego otra y así hasta
que no revisas las facturas. Era de mal gusto, ¿te acuerdas? pero con la
crisis, todos lo hacíamos para verificar que todo estaba en su sitio. No dejes
esa sana costumbre.
Darte de
alta en gimnasios y clubes que apenas usas. Fue uno de los rasgos de los años locos: nos dimos de
alta en un montón de sitios, como clubes deportivos con piscina o gimnasios a
los que fuimos un par de veces, pero luego por pereza abandonamos. ¿Tienes
fuerza de voluntad para hacerlo? Si no estás seguro, practica deportes
‘gratuitos’ como correr, o levantar las bombonas de butano de tu casa.
Comprar en
la rebajas como loco. Las
rebajas, las ofertas, los dos por dos… llenaste el armario de cosas inútiles, y
muchas de ellas aún tienen la etiqueta. Has descubierto que podían pasar uno y
dos años con el mismo vestuario. Sé disciplinado y cómprate solo aquello que
realmente necesites para vestir.
Darse esos
caprichitos tan sabrosos. Un día te comprabas un foie de oca, otro saboreabas un vino de Ribera del
Duero de reserva, y hasta te dabas el gusto de comprar una cestita de
chocolates belgas… no es un pecado, pero ¿Estás midiendo bien el número de
caprichitos?
Cambiar de
móvil cada dos por tres. El que tienes todavía te vale. Recuerda que ya no se regalan con tanta
facilidad como antes. Y si se te estropea, puedes arreglarlo en las tiendas de
reparación que ahora están. No te enamores de los últimos modelos de Samsung y
de Iphone, porque se puede convertir en una enfermedad
Tanque lleno
y tira millas. Eso es lo
que hacías muchos fines de semana cuando tenías dinero. Llenabas el tanque y te
ibas a pasear por tu comarca con la familia. Con la crisis, se acabó. Te diste
cuenta de que la gasolina es muy cara y habías logrado controlar esa pasión. Sigue
siendo cara así que limita este gasto.
No regatear.
Con la
crisis, aprendiste a regatear con los bancos, con las eléctricas, con los
seguros… no abandones esta preciosa costumbre. Regatea aun más con todos ellos,
regatear en todo lo que compres, con las talleres mecánicos y con la fibra
óptica. Hasta con la paga a tus hijos.
Fuente:
www.idealista.com
No hay comentarios :
Publicar un comentario