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Tu asesor se equivocó en la declaración de la renta. ¿Lo puedes solucionar todavía?

Qué opciones tienes si el profesional al que te encomendaste cometió un error (o una negligencia)

Muchos españoles recurren a un asesor fiscal cuando se acerca la campaña de la declaración de la renta. El objetivo es que los conocimientos especializados del profesional sirvan para reducir la factura fiscal o, incluso, para lograr que Hacienda nos devuelva lo máximo posible. Lo que sucede es que errar es de humanos y, en ocasiones, una equivocación del especialista puede ocasionarnos un buen "roto" en la declaración. ¿Qué opciones tiene el contribuyente en esos casos?, ¿es posible solucionarlo una vez que se ha terminado la campaña de la Agencia Tributaria (como es el caso)? Luis del Amo, secretario técnico del Registro de Economistas Asesores Fiscales, explica que existen dos tipos de errores cometidos por profesionales: Aquellos que pueden enmendarse mediante una rectificación y aquellos que no.

En realidad, la mayoría de los errores son subsanables. Especialmente, todos aquellos "olvidos" que hubieran supuesto una reducción de la base imponible al contribuyente. Por ejemplo, si el asesor se olvidó de aplicar una deducción a la que su cliente tenía derecho o de incluir una serie de gastos, como por ejemplo una pensión alimenticia para los hijos. En esos casos, lo único que hay que hacer es solicitar una rectificación.

"Es un escrito a la Administración donde se explica qué ha sucedido y qué es lo que demanda el contribuyente. Normalmente, será que conste algo que se olvidó en su declaración y que desea que sea considerado. Lo que se ocasionará será una devolución de ingresos indebidos", explica Luis del Amo.

Aunque en estos casos no sea obligatorio presentar una declaración complementaria (aquella declaración adicional que se presenta para evitar sanciones cuando el error del que nos damos cuenta perjudica a la Administración), no está de más presentar una autoliquidación corregida para facilitarle el trabajo a la Agencia Tributaria y que ésta perciba cuál es nuestro argumento.

Aun así, puede suceder que la Administración no reconozca en un primer momento nuestra petición, que se puede recurrir si el acto administrativo no falla en el sentido deseado. 

Errores sin rectificación posible

No obstante, también hay errores de nuestro asesor que no tienen rectificación posible. En general, son los relacionados con una elección, como por ejemplo cuando el asesor opta por hacer una declaración "individual o conjunta" o elige aplicar el "criterio de caja" y, una vez presentada la declaración, se da cuenta de que esa opción no era la más beneficiosa. "Si has optado por una cosa, la Administración te dice que es una opción que ya ejercitaste y no puedes cambiarlo", explica Luis del Amo. 

Entonces, ¿Qué hacer en esos casos?, ¿Se pueden pedir responsabilidades al asesor?
Luis del Amo asevera que, como en otros ámbitos de la vida, "si el que te presta el servicio te causa un perjuicio, puedes pedirle una responsabilidad civil". "Es como si te van a arreglar la lavadora y, por culpa del fontanero, mojas al vecino de abajo y le tienes que indemnizar. Por supuesto que puedes reclamárselo", relata.

Del Amo cuenta que los casos más frecuentes de reclamaciones al asesor están relacionados con sanciones de Hacienda al contribuyente por culpa de una negligencia: "Imagina que perjudicas a la Administración por culpa del asesor. Viene la administración, te comprueba, te hace una liquidación y además te sanciona. Por la parte de la liquidación, no puedes reclamar, pues se trata de algo que te tocaba pagar y que no habías pagado por culpa de una declaración mal hecha. Pero tú no tienes culpa de la sanción. Como no es un problema tuyo sino que te lo ha causado el asesor, vas contra el asesor por responsabilidad civil".
 
Lo habitual en un colectivo como el de los asesores fiscales es que estos tengan contratados los servicios de una aseguradora que responda en estos casos. "Las aseguradoras en general están por la labor de pactar y no meterse en líos", dice Del Amo.

No obstante, si el asesor y la aseguradora se niegan a restituir al contribuyente, siempre se puede ir a un pleito por lo civil.

¿Y si el error fue la presentación misma de la declaración?

Pero hay veces que el error es de base. Por ejemplo, puede ocurrir que el asesor haya presentado una declaración que no era obligatorio realizar (por ejemplo, por no llegar al mínimo de ingresos de 22.000 euros) y que, una vez presentada, ésta salga a ingresar a Hacienda. 

Luis del Amo explica que en este caso sí se puede pedir la rectificación. En realidad, la Administración estaba negando las rectificaciones de este tipo hasta hace poco pero ya hay una resolución reciente del Tribunal Económico-Administrativo Central (TEAC) que respalda este tipo de peticiones.

En el caso concreto que fue objeto de esa resolución del TEAC, un contribuyente que no estaba obligado a presentar la declaración lo hizo, perjudicando a su padre, que ya no podía aplicarse el mínimo por descendientes. Padre e hijo se dieron cuenta de que la cantidad que Hacienda iba a devolver al hijo por hacer la declaración (a la que no estaba obligado) era menor que la que le correspondía al padre por el mínimo por descendientes después de hacer la declaración. Por eso, pidieron que quedara sin efecto la declaración del hijo. El TEAC les dio la razón en una resolución que vincula a los órganos de la administración. 

En ese sentido, si el asesor presentó una declaración a la que el contribuyente no estaba obligado y que ahora perjudica sus intereses, lo que tiene que hacer es solicitar la rectificación de la autoliquidación para que se dé por no presentada.

"A lo mejor Hacienda no le da la razón de primeras. Pero si el TEAC ha dicho eso, lo va a seguir diciendo", concluye Del Amo.

Fuente: www.finanzas.com